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martes, 18 de febrero de 2014

Resumen Semana XVI: All Star Weekend


Sin duda, el gran protagonista de la Semana ha sido el All Star Weekend.  El evento por antonomasia del espectáculo en la NBA vuelve a suscitar polémicas por el bajo nivel de muchos de sus concursos. A continuación resumiremos brevemente todo lo acontecido en estos tres días en la ciudad de New Orleans.
-Día 1:
En el artículo que NBAlMaximo publicaba para presentar el evento del Rising Star Challenge, el partido entre los mejores novatos y jugadores de segundo año, lo definía como a la postre un partido descafeinado, pero este año la igualdad en el marcador durante los 40 minutos de encuentro hizo que viésemos algo más de nivel que en años anteriores. Piques como el protagonizado por Dion Waiters y Tim Hardaway Jr. animaron el primer día de fiesta en New Orleans. El equipo de Grant Hill se llevó  la victoria por 142 a 136, y el MVP fue para Andre Drummond, el pívot de Detroit se fue hasta los 30 puntos y 25 rebotes en los 28 minutos que estuvo en pista.
De forma general, se puede decir que esta edición del Rising Star Challenge fue mejor de lo esperado.

-Día 2:
Una de las grandes noches del fin de semana acabaría convirtiéndose en una de las peores de los últimos años.
La noche del Sábado arrancaba con el Shooting Stars, en el que el equipo formado por Dominique Wilkins, Chris Bosh y Swin Cash repitió galardón. Además, vimos al ala-pívot de Miami anotar dos canastas desde medio campo que fueron clave para el título y llenaron de celebración las gradas del Smoothie King Center.
Después, el Skills Challenge era el primer concurso que estrenaba nuevas normas. En esta ocasión, los jugadores competían por parejas y el recorrido de obstáculos se había recortado haciendo de éste algo más sencillo. Todas las miradas estaban puestas en Damian Lillard, y es que el base participaba en su primer concurso de los tres de esa noche y tuvo premio. Junto a Trey Burke formó la pareja más rápida y se llevaron el trofeo. Los dos bases pararon el crono en 45,2 sg convirtiéndose en la primera pareja en ganar este concurso.
Llegaba el turno del Three Point Contest (Concurso de Triples), donde el nuevo carro de cinco balones tricolores supuso una mayor oportunidad para que los tiradores se fueran a anotaciones altas, aunque lamentablemente la motivación de muchos jugadores no relucía en sus actuaciones. Un concurso decepcionante con grandes tiradores como Stephen Curry o Kevin Love firmando pésimas actuaciones o un Joe Johnson que en ningún momento se lo tomó en serio. Entre tanta pasividad, dos nombres fueron los que brillaron más allá del arco: Marco Belinelli y Bradley Beal. El escolta italiano de los Spurs acabó llevándose el título tras una final muy disputada que se resolvió en un desempate después de que Beal anotase el último carro entero para forzar una nueva ronda.
Y para cerrar el Sábado, el Slam Dunk Contest (Concurso de Mates) y su nuevo formato levantarían la mayor crítica negativa de la noche. Tras una primera ronda de calentamiento en la que se vieron buenos mates, los duelos fueron la auténtica decepción. Los integrantes del Este barrieron por 3 a 0 a un Oeste incapaz de plantar cara. Al final, un mate de John Wall volando por encima de la mascota de los Washington Wizards fue lo más aplaudido por los fans y sirvió para que el base se llevase el trofeo de campeón.
Un sábado decepcionante en el que mucha gente se fue desilusionada por un concurso que no llegó al aprobado y que parece no evolucionar. Incluso cuentan algunos de los que estuvieron en la cancha de New Orleans que muchos periodistas se quedaron dormidos ante el poco espectáculo que se ofrecía en la cancha. Ahora la responsabilidad llega a los despachos, y aunque el comisionado Adam Silver defiende que este formato nuevo necesita tiempo para su mejora, es innegable que la liga tiene que poner tierra de por medio para subir el nivel de un concurso del todo preocupante en sus últimas ediciones.

-Día 3:
Y el fin de fiesta llegó el domingo cuando los mejores jugadores de cada Conferencia se daban cita en un partido que se presuponía el salvador del fin de semana. Espectáculo no faltó, y sobre todo tuvimos destellos de competitividad que dieron mayor interés al encuentro. En su 63º edición, el partido de las estrellas será recordado como el partido de los récords históricos. Hasta 13 estadísticas se rompieron, por ejemplo, las más destacables fueron las de máxima anotación conjunta (318), mayor número de triples en un partido (30) y de un jugador (Carmelo Anthony con 8) o mayor número de asistencias totales (88). Curioso es también que no se pusiera ningún tapón en todo el encuentro, algo que no había sucedido antes en un All Star.
Con tanto récord histórico, el Este se llevó la victoria por 163 a 155 en un partido marcado por la remontada final, y es que el Oeste tuvo una máxima de 18 puntos mediado el 3er cuarto. El MVP fue para Kyrie Irving, el base gracias a sus 31 puntos y 14 asistencias estrena su primer galardón, mientras que en el lado perdedor lo más destacados fueron Blake Griffin y Kevin Durant con 38 puntos, este último se va hasta los cuatro partidos consecutivos de All Star sumando más de 30 puntos.
Es innegable afirmar que el All Star Game supuso ver en marcha un cambio generacional, y es que jóvenes estrellas como Irving, Wall o Lillard llaman a la puerta del estrellato con fuerza, mientras que Kevin Durant desplaza a Kobe Bryant de los focos en su duelo particular con LeBron James.
En líneas generales, como aspecto negativo lo más comentado es sin duda el concurso de mates. Por otra parte, mientras que el partido de Rookies mejora su versión, en el de las estrellas son muchas las voces que exigen una mayor competitividad. Algunos no entienden que cuando estos jugadores se lo toman en serio es cuando verdaderamente el espectador tiene la oportunidad de ver puro espectáculo. Algunas propuestas como establecer que la Conferencia ganadora sea la que tenga ventaja de campo en las Finales de la NBA abogan por esa mayor competitividad.
Eventos paralelos o menos conocidos como el Concurso de Mates de la D-League no decepcionaron. Sin duda, este último superó con creces al de la NBA. En el Celebrity Game pudimos ver al Secretario de Educación de los Estados Unidos, Arne Duncan, batiendo el récord de anotación de este tipo de partidos con 20 puntos, y aunque Kevin Hart repetía como MVP elegido por los fans, en un gesto altruista el pequeño humorista cedió su premio a Duncan. Por otra parte, el show del descanso, en el que artistas como Earth, Wind & Fire, Gary Clrk Jr., Dr.John o Janelle Monae se juntaron al ritmo más clásico de la ciudad del Mississippi, fue bastante bueno y las personas que pudieron vivirlo en directo aplauden el buen sonido del concierto en el pabellón.
El Jazz de New Orleans cierra sus puertas y ya sólo queda esperar un año para que todos los focos de un All Star Weekend se desplacen a la ciudad de New York, concretamente al barrio de Brooklyn donde el joven pabellón de los Nets, será testigo directo de la mayor fiesta del baloncesto a nivel mundial.

Edu Salán                                                                                     18 Febrero 2014

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