Sin duda, el gran protagonista de
la Semana ha sido el All Star Weekend. El evento por antonomasia del espectáculo en
la NBA vuelve a suscitar polémicas por el bajo nivel de muchos de sus
concursos. A continuación resumiremos brevemente todo lo acontecido en estos
tres días en la ciudad de New Orleans.
-Día 1:

De forma general, se puede decir
que esta edición del Rising Star Challenge fue mejor de lo esperado.
-Día 2:
Una de las grandes noches del fin
de semana acabaría convirtiéndose en una de las peores de los últimos años.

Después, el Skills Challenge era el primer concurso que estrenaba nuevas
normas. En esta ocasión, los jugadores competían por parejas y el recorrido de
obstáculos se había recortado haciendo de éste algo más sencillo. Todas las
miradas estaban puestas en Damian Lillard,
y es que el base participaba en su primer concurso de los tres de esa noche y
tuvo premio. Junto a Trey Burke
formó la pareja más rápida y se llevaron el trofeo. Los dos bases pararon el crono
en 45,2 sg convirtiéndose en la primera pareja en ganar este concurso.
Llegaba el turno del Three Point Contest (Concurso de
Triples), donde el nuevo carro de cinco balones tricolores supuso una mayor
oportunidad para que los tiradores se fueran a anotaciones altas, aunque
lamentablemente la motivación de muchos jugadores no relucía en sus
actuaciones. Un concurso decepcionante con grandes tiradores como Stephen Curry
o Kevin Love firmando pésimas actuaciones o un Joe Johnson que en ningún
momento se lo tomó en serio. Entre tanta pasividad, dos nombres fueron los que
brillaron más allá del arco: Marco
Belinelli y Bradley Beal. El escolta italiano de los Spurs acabó llevándose
el título tras una final muy disputada que se resolvió en un desempate después
de que Beal anotase el último carro entero para forzar una nueva ronda.

Un sábado decepcionante en el que
mucha gente se fue desilusionada por un concurso que no llegó al aprobado y que
parece no evolucionar. Incluso cuentan algunos de los que estuvieron en la
cancha de New Orleans que muchos periodistas se quedaron dormidos ante el poco
espectáculo que se ofrecía en la cancha. Ahora la responsabilidad llega a los
despachos, y aunque el comisionado Adam Silver defiende que este formato nuevo
necesita tiempo para su mejora, es innegable que la liga tiene que poner tierra
de por medio para subir el nivel de un concurso del todo preocupante en sus
últimas ediciones.
-Día 3:
Y el fin de fiesta llegó el
domingo cuando los mejores jugadores de cada Conferencia se daban cita en un
partido que se presuponía el salvador del fin de semana. Espectáculo no faltó,
y sobre todo tuvimos destellos de competitividad que dieron mayor interés al
encuentro. En su 63º edición, el partido de las estrellas será recordado como
el partido de los récords históricos. Hasta 13 estadísticas se rompieron, por
ejemplo, las más destacables fueron las de máxima anotación conjunta (318),
mayor número de triples en un partido (30) y de un jugador (Carmelo Anthony con
8) o mayor número de asistencias totales (88). Curioso es también que no se
pusiera ningún tapón en todo el encuentro, algo que no había sucedido antes en
un All Star.

Es innegable afirmar que el All
Star Game supuso ver en marcha un cambio generacional, y es que jóvenes
estrellas como Irving, Wall o Lillard llaman a la puerta del estrellato con
fuerza, mientras que Kevin Durant desplaza a Kobe Bryant de los focos en su
duelo particular con LeBron James.
En líneas generales, como aspecto
negativo lo más comentado es sin duda el concurso de mates. Por otra parte, mientras
que el partido de Rookies mejora su versión, en el de las estrellas son muchas
las voces que exigen una mayor competitividad. Algunos no entienden que cuando
estos jugadores se lo toman en serio es cuando verdaderamente el espectador
tiene la oportunidad de ver puro espectáculo. Algunas propuestas como
establecer que la Conferencia ganadora sea la que tenga ventaja de campo en las
Finales de la NBA abogan por esa mayor competitividad.
Eventos paralelos o menos
conocidos como el Concurso de Mates de la D-League no decepcionaron. Sin duda,
este último superó con creces al de la NBA. En el Celebrity Game pudimos ver al
Secretario de Educación de los Estados Unidos, Arne Duncan, batiendo el récord
de anotación de este tipo de partidos con 20 puntos, y aunque Kevin Hart
repetía como MVP elegido por los fans, en un gesto altruista el pequeño
humorista cedió su premio a Duncan. Por otra parte, el show del descanso, en el
que artistas como Earth, Wind & Fire, Gary Clrk Jr., Dr.John o Janelle
Monae se juntaron al ritmo más clásico de la ciudad del Mississippi, fue bastante
bueno y las personas que pudieron vivirlo en directo aplauden el buen sonido
del concierto en el pabellón.
El Jazz de New Orleans cierra sus
puertas y ya sólo queda esperar un año para que todos los focos de un All Star
Weekend se desplacen a la ciudad de New York, concretamente al barrio de
Brooklyn donde el joven pabellón de los Nets, será testigo directo de la mayor
fiesta del baloncesto a nivel mundial.
Edu Salán 18 Febrero 2014
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