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martes, 21 de mayo de 2013

Bernard James: El Sargento Novato

 
Queda poco para acabar la temporada NBA. Una temporada en la que hemos visto crecer a jugadores jóvenes o dar los primeros pasos en la Liga a otros tantos. Precisamente uno de estos ha sido Bernard James, el ala pívot de Dallas Mavericks ya despertaba interés antes de que comenzase la temporada y en este artículo averiguaremos por qué.
La vida del jugador de 28 años pasará a ser conocida globalmente la noche en la que Cleveland Cavaliers selecciona al jugador en el Draft y posteriormente lo traspasa al equipo tejano. Todo apunta a un jugador joven que desde niño desea aterrizar en la mejor liga del mundo, pero esta no es su historia.
Antes de encontrar el baloncesto, Bernard James quiso seguir los pasos de su padre, Darryl James, que sirvió quince años en el Ejército y siete en la Fuerza Aérea. Con esa determinación, se alistó con tan sólo 17 años en las Fuerzas Aéreas de los Estados Unidos y completó un mandato de seis años sirviendo tres en Irak, Afganistán y Qatar.  Actualmente, posee el rango de sargento en la armada norteamericana.
Bernard vivió experiencias duras en aquellos años y desarrolló todo tipo de trabajos. En Irak, tuvo que vigilar a miles de detenidos en el campamento 'Bucca'. En Qatar, también se encargaba de la seguridad, pero esta vez de edificios y aviones. Y por último, en Afganistán, trabajó como policía militar donde vio la muerte con sus propios ojos e incluso la infringió apretando el gatillo en seis ocasiones.
El reconocimiento de Bernard James en la armada era mayor cada día, pero ¿cómo y cuándo se decidió por el baloncesto?
La vocación de jugador de baloncesto apareció muy tarde en el joven James. Comenzó a jugar con 14 años en el instituto, pero nada serio. Aunque poseía una cualidad favorable en este deporte: su gran altura, que despertaba en los entrenadores de instituto una gran admiración y deseo en la figura de Bernard, pero pese a las múltiples ofertas éste sólo tenía en mente el cuerpo militar.
Sin embargo, sorprendentemente el baloncesto volvería a entrar en su vida cuando menos lo esperaba." Cuando me uní al ejército conocí a Erick Dumas, uno de los supervisores. En el primer día de trabajo, me preguntó si jugaba al baloncesto. Yo dije: 'No'; Él me respondió: 'Ahora sí' ".
Bernard empezó a jugar partidos entre los equipos internos de las bases militares y desde el principio sorprendió a todo el mundo con su gran capacidad para machacar el aro, rebotear y taponar. Era una auténtica bestia en la pintura y ese talento no podía ser desaprovechado.
Bernard empezó a plantearse de forma más seria el baloncesto. Tanto que en 2005, tras disputar un partido entre los mejores jugadores que estaban enrolados en las fuerzas estadounidenses, el joven James recibió una oferta de Leonard Hamilton, entrenador de la Universidad de Florida State, para formar parte del equipo. Bernard no se lo pensó dos veces y aceptó aquella beca.
Pese a que la idea de jugar en la NBA era un fuerte rumor en el ambiente que rodeaba al jugador, Bernard estaba únicamente centrado en la Universidad:  "La NBA no era ni siquiera un pensamiento para mí", dijo James. "Solo pensaba en ganar una beca y entrar en la Universidad. Yo quería ganar mi título. Ese era mi objetivo principal. Esa fue toda mi motivación hasta que llegué a Florida State. La idea de jugar en la NBA no llegó hasta después de mi primera temporada. Al entrar en mi último año, fue entonces cuando me di cuenta de que podía aspirar a ello y comencé a trabajar para conseguirlo".
Durante su periodo de dos años con los Seminoles, James estuvo excepcional. Lideró al equipo de Florida a su primer campeonato ACC en su historia y a dos apariciones en el torneo de la NCAA. Durante su último año, el ala-pívot de 2,08m promedió 10.8 puntos, 8.2 rebotes y 2.3 tapones con los Seminoles. Ahora sí, la NBA llamaba a la puerta de los James. Sin embargo, Bernard James quería terminar su ciclo formativo en las fuerzas armadas y aparcó la NBA durante varios años.
Finalmente, el verano pasado iría de ciudad en ciudad haciendo entrenamientos individuales para mostrar su talento a los diferentes equipos que se habían interesado en el jugador, que ahora tenía 27 años. Y es que se consideraba a Bernard como un novato con experiencia, una condición, que aunque suene contradictoria, no dejaba de ser una ventaja frente a los jóvenes jugadores que luchaban por hacerse un hueco como él.
A los 28 años de edad, la mayoría de los jugadores están llegando a su mejor momento y con el retrovisor ya puesto en el final de una carrera. Sin embargo, así justificaba Bernard James esta teórica desventaja la noche antes del Draft  "Mi edad es engañosa. No tengo muchos años de baloncesto en mi cuerpo. No jugué en la escuela ni jugué todos los años de universidad. Sólo he estado jugando durante 10 años. Muchos de estos chicos han estado jugando más que eso. Mi cuerpo va a aguantar y voy a ser capaz de jugar mucho más tiempo cuando llegue a los treinta años que una gran cantidad de estos otros chicos ".
Aquel 28 de Junio de 2012, el propio Bernard describía su camino a la NBA como peculiar. Con 28 años, James se siente un hombre entre niños. De hecho, tras ser elegido, se convirtió en el jugador con más edad seleccionado en los últimos 20 años, superando al africano Dikembe Mutumbo quien cumplió 25 años un día después de ser elegido en 1991.
"Creo que hay una gran diferencia entre yo y los demás jugadores, desde mi forma de pensar hasta cómo afrontar las cosas cada día", afirma James. "Muchos de estos chicos no han visto una gran cantidad de sus vidas. Para muchos de ellos, todo lo que saben es baloncesto. Han estado jugando desde que tenían ocho años y no se dan cuenta de lo que es el mundo real, tener un trabajo de 30.000 dólares al año. He aprendido definitivamente a no dejar que un solo día se desperdicie ".
Finalizada su primer temporada en la NBA no podemos valorar detalladamente su actuación, y es que apenas ha gozado de minutos en Dallas. Eso sí, la fuerza y la pasión a las que aludía el jugador desde principio de año se han visto reflejadas en cada segundo en los que estaba en pista.
Bernard James pasó de un campo de batalla a una cancha de baloncesto. Su espíritu y su fuerza son los mismos, y él ya lo ha avisado: "Esto es sólo el próximo paso", dijo James y al más puro estilo sargento terminaba: "El trabajo no se ha terminado, es tan sólo el principio."



Eduardo Salán                                                  21 Mayo 2013

jueves, 2 de mayo de 2013

Len Bias, Un Caballo llamado Muerte


El 19 de Junio de 1986 fallecía Len Bias, la joven estrella que había sido elegido por Boston Celtics en el Draft dos días antes, dejaba en el aire la pregunta: ¿Habría sido capaz de reinar en la NBA?
Leonard Bias nació en Landover, Maryland, en 1963. Desde pequeño apuntaba buenas maneras en su futuro como jugador de baloncesto. Así lo demostró en el Instituto Northwestern de Maryland. Posteriormente, Len no quiso moverse lejos de casa en su periplo universitario y eligió jugar para la Universidad de Maryland.
En su primera temporada no empezó con buen pie, pero pronto demostró su gran talento. Y en su segundo año en la Universidad dio el gran salto de calidad que todos esperaban de Len, siendo nombrado Mejor Jugador del Campeonato y ganando el título.
A partir de ahí, Len empezó a ser historia. Ya tenía en mente ser jugador profesional y nada ni nadie se pondría en su camino para conseguirlo. El alero de más de 2 metros impresionaba a todo el país con su gran dominio físico y con un tiro en suspensión que destrozaba a los rivales. Así lo definía el periodista Bob Ryan: "Era un auténtico torbellino en ataque y en defensa. Era apasionante verle jugar".
Len rozaba el éxito con las manos, incluso le comparaban con su contemporáneo Michael Jordan, y la NBA llamaba a la puerta de los Bias. Su padre, James Bias, lo recordaba así: "Nos reunimos con Red Auerbach, quería que Len fuera a Boston durante el verano para entrenar con los chicos y ver qué tal le iba allí."
Bias era una de esas joyas que poseían el suficiente talento y calidad para llevar a la victoria a cualquier equipo. Así lo reconoció Red Auerbach. El director de Boston Celtics llevaba tres años tras el jugador y cuando en 1986 los Celtics tenían la segunda posición del Draft, no dudaron en que  Bias era su hombre. Auerbach declaraba sobre Len: “Es un gran deportista. Le he visto jugar muchas veces. Le he visto entrenar. Tiene los mejores hábitos que uno puede desear. Es un chico ideal. ¿Has oído alguna vez la expresión ‘seguro de vida’? Pues Len es nuestro mejor seguro de vida”.
Tras la ceremonia del Draft, el propio Auerbach añadía: "De hecho, Larry Bird ha dicho que si elegíamos a Bias, entrenaría con los novatos en verano. Así es, está encantado con Bias".
"Mi sueño se ha hecho realidad" declaraba Bias en su presentación con el equipo de Boston. Las ganas de los Celtics eran recíprocas con las del jugador, que se mostraba muy feliz y orgulloso de jugar para la franquicia de Massachusetts, recientemente proclamada campeón de la NBA el año anterior.
Tras fichar por Boston, Len firmó un contrato millonario con Reebok. Sin embargo, el futuro se tornaría en contra del jugador en menos de 48 horas.
La noche del 19 de Junio, tras pasar por casa y cenar con su familia, Len fue al campus de la Universidad para celebrar su fichaje por los Celtics con sus amigos y antiguos compañeros de Maryland.
 Len, que ya había coqueteado con las drogas en sus años universitarios, quiso probar de nuevo antes de enrolarse en la mejor liga del mundo. Aquellas dos rayas de cocaína sería lo último que Len Bias recordaría de esa noche, y es que al rato, el jugador cayó desmayado en la habitación y moriría horas después en el hospital víctima de un paro cardíaco provocado por sobredosis. Apenas tenía 22 años.
"Una historia de éxito se ha convertido en tragedia esta mañana" eran los titulares de la prensa norteamericana. Fue un duro golpe para la ciudad, "Esto sólo demuestra cómo es la vida. Un segundo lo tienes todo y al siguiente ya no hay nada. Se ha ido y ya no hay nada que hacer" relataba a la prensa un estudiante de Maryland.
Se hablaba de la muerte de Bias como un hecho que marcó una generación, y  es que todo el mundo quería a Len. Hasta el presidente Reagan mandó un ramo de flores a la familia, también jugadores como Jordan o Bird lo hicieron, y más de 11.000 personas pasaron por el pabellón de los Terrapins de Maryland para rendirle homenaje.
 La ciudad de Boston, que veía en él un futuro con el que construir la plantilla cuando Larry Bird y compañía se retirasen, se quedó conmocionada.. "Era el chico más feliz que había visto, que había fichado.  Estaba entusiasmado porque había conseguido su objetivo" contaba Red Auerbach. Nadie podía creer su muerte.
La cocaína empezó a darse a conocer a mediados de los '80 con mucha fuerza en EEUU. "Era normal pensar que no era una cosa del otro mundo, y que no pasaba nada por meterse algo de coca de vez en cuando porque estaba por todas partes y todo el mundo lo hacía" justificaba su amigo Brian Tribble.
Cuatro días antes de su muerte, Len había sido preguntado en una entrevista por el consumo de drogas en la NBA, y el jugador contestó con toda serenidad:  "Mentalmente debes estar fuerte. Tienes mucho tiempo libre y tienes que saber utilizarlo, y ahí entran en juego las drogas. Es donde muchos jugadores pueden caer. Es importante que sepas controlarlo".
"Cuando alguien tiene éxito, la gente valora cómo ha llegado ahí, pero no tienen en cuenta las trampas que van ligadas a ese éxito, y es muy difícil controlarlas" decía , y sin duda Len cayó en una de esas trampas en su camino al éxito.
La familia Bias sufrió muchísimo tras la muerte de Len, y todavía más cuando años más tarde el hermano pequeño de Len, Jay, murió asesinado tras un tiroteo en una pelea. El joven de los Bias también apuntaba alto en el baloncesto, pero el destino le apartó del éxito igual que hizo con su hermano.
De hecho, su madre ha dedicado su vida a la prevención de drogas y violencia en honor a sus hijos, y  actualmente, es una conferenciante reconocida internacionalmente.
A raíz de la muerte de Len, se desencadenaron multitud de investigaciones. Teorías de todo tipo para intentar explicar la muerte de Bias. Al final, se supo que la cocaína que se metió Len no estaba cortada, lo que significa que era pura. Tenía una pureza del 98%, algo que nadie podría aguantar en su cuerpo.
Tal fue el impacto de la muerte de Bias que el país conmocionado buscó culpables donde no los había. Los primeros en ser acusados fueron los directivos, equipo técnico y organización de la Universidad de Maryland alegando contra ellos su permisividad ante el conocimiento de que el jugador ya era un habitual drogadicto. Todo falso.
También acusaron a su amigo Brian Tribble, que esa noche llevó la cocaína a la habitación. Tras pasar tiempo en la cárcel, salió como inocente, y es que no podía haber culpables en un acto que fue de total voluntad y conocimiento por parte de Len Bias.
Más allá de todo este revuelo, el congreso de EEUU aprobó en 1986 la denominada 'Ley Bias' que endurecía las penas en los casos de droga. Aquello se le fue de las manos al gobierno estadounidense que llegó a condenar a cadena perpetua, sin posibilidad de libertad condicional, a personas por tener unos pocos gramos de marihuana e incrementando de manera espectacular el número de presos en cárceles con condenas desproporcionadas.
Como recordaba ahora Eric Sterling, ex asesor de la Comisión Judicial del Congreso de EEUU "Nuestro error fue que propusimos 5 gramos de crack como cantidad mínima para al menos cinco años de cárcel, y eso es como 5 sacarinas, no es nada. La cagamos. Elegimos unas cantidades erróneas".
Un sueño frustrado, esta es la historia de Len Bias. Un jugador que podría haber tocado el Olimpo del baloncesto, pero que sin embargo bajó hasta los infiernos para convertirse en mártir de una generación.
Para Len Bias la droga fue un caballo desbocado...

Eduardo Salán                                                    2 Mayo 2013