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miércoles, 15 de julio de 2015

Españoles a las puertas de la NBA




Sergio Llull es el sexto en la lista de españoles que estuvieron muy cerca de jugar en la NBA

El reciente anuncio de la renovación de contrato de Sergio Llull con el Real Madrid hasta 2021, y que supone la renuncia del base español a jugar en Houston Rockets, es otro capítulo más en la lista de españoles que estuvieron muy cerca de jugar en la liga estadounidense.

Un año después de que Fernando Martín se convirtiese con Portland Trail Blazers en el primer español en jugar en la NBA, Atlanta Hawks seleccionaba a José Antonio Montero, base del Joventut de Badalona, en la posición nº 113 del Draft de 1987. Uno de los primeros bases altos de nuestro baloncesto tiene sus únicas pruebas en una fotografía y un sobre. Al no tener entonces un representante, Montero se enteraría meses después de que Atlanta había mandado información y unos billetes de avión al club verdinegro para que el jugador conociese la organización. En una época en la que llegar a la NBA desde Europa era una quimera, el jugador se lo había tomado en broma, y la opción NBA se había diluido pasado el tiempo. El base cambiaría la camiseta del Joventut por la del Barcelona, con la que protagonizó uno de los episodios más recordados de nuestro baloncesto al ser taponado de forma ilegal por Vrankovic en la final de la Copa de Europa de 1996 ante Panathinaikos.

No sería hasta 1994 cuando los estadounidenses volviesen a echar el ojo a uno de los nuestros. Alberto Herreros, alero de Estudiantes, realizó entrenamientos privados para Indiana Pacers. La franquicia de Indianápolis, que entonces contaba con la estrella Reggie Miller en esa posición, solo pudo ofrecer al español un puesto de reserva, algo que no le convenció. Tras una primera oferta, la NBA volvería a asomarse dos años después, en 1996, cuando los Grizzlies, entonces en la ciudad canadiense de Vancouver, le ofrecieron un nuevo contrato, pero esta vez el fichaje por el Real Madrid hizo que Herreros cerrase definitivamente la puerta a la NBA para triunfar en nuestras fronteras.

En esa segunda mitad de los '90, cuando los Chicago Bulls de Michael Jordan dominaban el baloncesto mundial, pocos pensaban que estos se fijarían en un pívot español de 2.21m para ampliar su plantilla. Roberto Dueñas, jugador del Barcelona, fue elegido en el puesto nº 57 del Draft de 1997 por Chicago. Quedarse en la ciudad condal le privó de convertirse en el primer español en la historia en ganar un anillo de campeón, el de 1998, once años antes de que tal hito lo firmase Pau Gasol con Los Angeles Lakers.

Entrados en el nuevo milenio, el prometedor Albert Miralles fue seleccionado por Toronto Raptors en el nº 39 del Draft de 2004. Esa misma noche, sus derechos fueron traspasados a Miami Heat, con quienes llegó a disputar una Liga de Verano. Entrenamientos privados fue lo único a lo que llegó el pívot español en la NBA, y es que en los años posteriores sus derechos se moverían a ritmo de traspasos por equipos como Boston Celtics y Milwaukee Bucks. Más que negarse a la NBA, Miralles no llegó a encontrar una oportunidad.

Tan solo un año más tarde, la renuncia más sonada fue la del pívot gallego Fran Vázquez. El español fue elegido en el número 11 del Draft de 2005 por Orlando Magic. Un puesto muy alto que le aseguraba una buena posición en el conjunto de Florida, pero al que inexplicablemente renunció para fichar por el Akasvayu Girona. Los estadounidenses y muchos españoles todavía no se explican cómo, el ahora jugador del Unicaja de Málaga, dio tal portazo a la NBA.


Actualmente son tres los jugadores españoles que han sido drafteados por la liga norteamericana y que todavía no han debutado. Álex Abrines, Guillermo Hernangómez y Daniel Díez son los jóvenes talentos que, como Llull, tendrán que decidir en los próximos años si quieren contar a sus nietos algún día aquello de: "Yo jugué en la NBA".



Edu Salán                                                            15 Julio 2015

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