Os remonto en el tiempo hasta Junio de 2010. Un viaje de fin
de curso con el colegio es el precedente a la anécdota que os voy a contar
relacionada con el mundo de la NBA.
Una mañana de excursión por el Vaticano transcurría de forma
habitual para el típico grupo de chavales de colegios que visitaban el
maravilloso museo que la basílica de San Pedro albergaba en el centro de Roma.
Pinganillo a la oreja con indicaciones de una señora al que
el español le costaba un poco y un rostro cansado tras los muchos días de
trasnochar, principal protagonista del viaje, era lo destacable de esa mañana.
Sin embargo, la lucidez artística de las obras que puedes encontrar en el
Vaticano es del todo inesperada, e inesperado sería el encuentro que se iba a
producir camino a la Capilla Sixtina.
Caminaba solo algo adelantado a mi grupo de amigos que
evitábamos oír la voz más que estridente de la guía de turno que nos había
tocado. Entonces, algo me llamó la atención, y no fue ni una obra de Da Vinci
ni una escultura de Miguel Ángel. Un tipo negro de gran altura 'daba la nota'
entre la multitud estudiantil que abarrotábamos los pasillos del museo.
Fue entonces cuando al girarse pude ver su rostro y una
peculiaridad que delató su identidad: "su ojo un tanto extraviado".
Entonces nombre y apellido aparecieron fulgurantes en mi cabeza: Tracy McGrady.
Rápidamente me gire a mi grupo de amigos, exclamando: ¡Tíos,
es T-Mac! ¡Ahí está McGrady!. Tras momentos dubitativos en los que no nos
entraba en la cabeza que una de las estrellas de la NBA estuviese justo ahí,
delante de nosotros, me acerqué para pedirle una foto.
Recuerdo ese momento como si fuese hoy mismo: estaba de
espaldas, le doy un par de toques en la espalda para que se gire y le digo en un
inglés de principiante sumado a los nervios del momento: "T-Mac, Can we
take a photo?" Él se giró, bajó la
cabeza para verme y en un gesto abriendo las manos y agitando la cabeza
respondió:"No, sorry"
Mis compañeros, que estaban esperando al sí del
jugador para abalanzarse sobre él y conseguir tan ansiada foto con el crack, se
quedaron desilusionados igual que yo. En ese momento no nos paramos a pensar en
si su actitud había sido de lo más esquiva posible. Lo único que teníamos claro
era que no íbamos a salir del Vaticano sin la foto de la estrella de la NBA.
Nos adelantábamos y posábamos un par de amigos para que
cuando McGrady pasase por detrás saliese como que estaba con nosotros en la
foto, pero todos los intentos acababan en fotos borrosas.
Estuvimos
persiguiéndole desde una de las salas hasta la Capilla Sixtina cual 'paparazzi'
se tratase durante 10 ó 15 minutos. Ni la majestuosa Capilla nos apartó la
mirada del crack que muchos de nosotros veíamos desde la televisión de casa
realizar actuaciones increíbles en la Liga.
Era toda una anécdota
que repetiríamos desde ese momento hasta el final del viaje, y que incluso hoy,
cuando nos juntamos los viejos amigos para jugar a nuestra pasión que es el
baloncesto, acaba saliendo el tema de T-Mac y el Vaticano.
Lo que he podido rescatar es esta foto borrosa de T-Mac con
su mujer en el museo. No se ve claramente que sea él pero mis amigos y yo de
primera mano os lo aseguramos. Con el tiempo comprendimos que el jugador quería
guardar su intimidad y evitar que, al ser nosotros los primeros en reconocer a la estrella de la NBA, nos siguieran grupos de más y más gente que le acabarían fastidiando
la visita.
Un fenómeno en toda regla al que pudimos ver en persona e
incluso hablar. Como aspecto físico me llamó la atención los finísimos gemelos
que tenía para ser un feroz machacador de los aros. Como decía Andrés Montes:"
¿Por qué eres tan bueno McGrady?". Sin duda, hemos tenido la suerte de ver la
sonrisa del jugón a un metro de nosotros, un jugón en el Vaticano.
Este artículo se lo dedico a todos mis amigos y compañeros
que estuvieron conmigo viviendo ese momento, aunque de anécdotas no se vive y
lo que verdaderamente recordaremos será nuestro viaje a Italia en el fantástico
verano de 2010.
Si has vivido alguna anécdota relacionada con algún jugador
de la NBA o algo parecido te invito a que la compartas con nosotros. No dudes y
participa comentando en el Blog!
Eduardo Salán 14
Noviembre 2012
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