El veteranísimo jugador de Boston Celtics con 18 temporadas
jugando al máximo nivel nunca rehúye la polémica. En cada temporada, gestos o acciones que levantan la polémica sobre la actitud de un jugador
profesional y un referente para muchos en el baloncesto mundial. Sin embargo,
la pasión que tiene para jugar a este deporte es envidiada por muchos.
¿Tiene ese carácter o lo hace por mera polémica y
espectáculo? Sin duda, Garnett es uno de los precursores de lo que en EEUU
llaman 'Trash-talking', es decir, desestabilizar a los rivales durante los
partidos con comentarios o insinuaciones que incitan al pique entre ambos.
Kevin Garnett esta temporada se ha convertido en el jugador
que más dinero ha ganado jugando en la NBA. El que fuese campeón de la NBA en
2008, MVP en el 2004 y Oro olímpico en Sidney 2000 es
todo un icono de sacrificio y fuerza al que no se le pueden achacar malos
comentarios en su juego. Este aspecto también hace que sea uno de los jugadores
más queridos entre las aficiones de los dos equipos en los que ha militado:
Minnesota Timberwolves y Boston Celtics.
Un aspecto que marco
la dureza de Kevin fue en el año 2000 cuando jugaba para los Timberwolves. Su entonces
compañero de equipo, Malik Sealy, falleció en un accidente de tráfico. Un
durísimo golpe para Garnett, desde entonces le dedica todas sus victorias e incluso tiene su nombre
tatuado en el tobillo.
El problema es que fuera de lo que es estrictamente el
baloncesto su actitud no es muy aceptada por la Liga.
Desde los piques con Pau Gasol y Jose
Calderón hasta la última con Ray Allen cuando este se marchaba de Boston a Miami y Garnett le negaba el saludo. Al ser preguntado sobre su relación con Ray, Kevin contestaba: "He borrado su número de mi
agenda".
Sin embargo, hay otra cara de Garnett que muestra lo contrario. La
verdad es que muchos de los compañeros que han podido compartir vestuario con
'Big Ticket' siempre han dicho que es uno de los mejores
compañeros que han tenido. Cuida de los novatos como si fuesen sus hijos y
muestra un carácter de equipo y un compañerismo fuera de lo habitual en la NBA.
Por ejemplo, en una entrevista para la TNT, KG afirmaba que era el primero en
llegar al pabellón dos horas antes del choque y el último en abandonarlo
No solo es admirado por sus compañeros. Su mujer, Brandi
Padilla, en una entrevista para la revista 'Vanity Fair' contó: "Kevin es
una persona terriblemente disciplinada; un ganador nato, y eso a veces ha sido
difícil para mí. Se levanta pase lo que pase a las 5 de la mañana, y antes de
tomar el desayuno sale a correr durante una hora. Llega, desayuna, lleva a la
niña al cole y vuelve; descansa, hablamos y se va a entrenar. Llega y más de lo
mismo: juega con la niña, cena y se acuesta; si está en casa, pase lo que pase,
a las 22.00-22.30h está en la cama. A veces era difícil para mí acostumbrarme a
esto, pero ya lo he asumido y ahora me gusta: Kevin es un ganador, y esto es lo
que conlleva serlo".
Ese carácter ganador lo demostraba desde su temporada de
novato: en un partido contra Michael Jordan le colocó un tapón y tras una
mirada desafiante de Michael, KG respondió: "Se acabó abuelo, las cosas
van a cambiar". Ese trash-talking del que hemos hablado lo llevaba en las
venas desde los 19 años. Eso sí, Jordan era uno de sus referentes, pero en la
pista no hay amigos, KG afirmaba: "Mi obligación es pararte; que no
anotes, por lo que no pretendo ser tu amigo ni que tú seas el mío".
Recientemente en los Celtics se recuerda la bronca que
echó a su compañero de equipo Glen Davis al que en un tiempo muerto le dijo:
" ¡Nenaza! No puedes permitir que te traten así. Si eres un hombre,
demuéstralo. Si yo estuviese en la pista... ¡ya te habría pateado el culo!".
Las imágenes captaron al joven pívot llorando ante la bronca de 'Big Ticket'. Está claro que la palabra competitividad en Kevin Garnett es
llevada a lo más extremo.
¿Realmente pensáis que necesita de esos gestos y acciones
para apoyarse en su juego? Es uno de los mejores ala-pívots de la historia de
la NBA y sus compañeros a lo largo de estas temporadas le valorarán como tal.
Sin embargo, que pregunten a sus rivales que opinión se merece...
Es la polémica de Garnett, tan pronto es un ángel como es un
demonio.
Eduardo Salán 17 Noviembre 2012
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