Chris Herren nació un 27 de Septiembre de 1975 en la
localidad de Fall River (Massachusetts), próxima a Boston.
En Fall River, el baloncesto de instituto era lo más seguido,
le otorgaba la identidad a esta pequeña ciudad, y el Instituto Durfee era el
abanderado del gran baloncesto en todo el estado.
El hermano mayor de Chris, Mike Herren, jugó para Durfee
convirtiéndose en un gran jugador mientras Chris le admiraba desde la grada y
hacía de su hermano mayor todo un ídolo y referente.
Chris no tardaría en despuntar en el Instituto Durfee. Decían
de él que era uno de los mejores jugadores de instituto que jamás había
existido y el joven llevaba "el peso de la ciudad en sus hombros"
como declaraba su hermano mayor, Mike Herren.
Título tras título, Chris Herren fue forjando su leyenda en
todo el estado de Massachusetts, pero los malos hábitos empezaban a aflorar en
la vida de Chris y es que como contaba un compañero suyo de instituto "La
generación Durfee era de drogas, alcohol y baloncesto. Después de cada partido
o cada entrenamiento salíamos de fiesta". El propio Chris reconoció que
" era estudiante de primer año del instituto cuando empecé a beber y fumar
hierba", pero mientras los chicos de Durfee ganasen, todo se aceptaba.
La madre de Chris ya avecinaba estos problemas y como ella
misma reconocía: "el baloncesto se convirtió en un tren sin control en
nuestro hogar". Mientras que su hermano Mike afirmaba que Chris "no
sabía cuando parar", y que fue el grave problema que después llegaría a
límites insospechados por aquel entonces.
Tras jugar temporadas de ensueño en el Instituto llegaba la
hora de elegir Universidad. El joven de los Herren recibió ofertas de las más
prestigiosas universidades de todo el país a nivel baloncestístico, pero Chris
quería una cosa: jugar cerca de casa. Así pues, eligió la Universidad de Boston
para defender la camiseta de Boston College.
Lo que podría ser una puerta de éxito hacia la NBA se
convertiría en su calvario personal durante más de 15 años. Chris Herren
contaba: " A las dos semanas de llegar a la Universidad entré en mi
habitación del campus, y mi compañero estaba con dos chicas esnifando cocaína.
Entré, y una de las chicas me lo ofreció, dije que no quería. Ella insistió y
me aseguró que no me haría daño. Me esnifé mi primera raya de cocaína con 18
años".
Como el propio Chris Herren dijo: " Se abrió una puerta
para mí que no fui capaz de cerrar durante los siguientes 15 años".
Mientras Chris vivía ya una doble vida fuera de las canchas,
las noticias malas tampoco tardaron en llegar cuando se rompió la muñeca
durante un encuentro, lo que le mantendría sin jugar durante un año entero.
Esto no solo significaría apartar el baloncesto, sino que Chris solo se
dedicaría a una vida de excesos en su estancia en la Universidad.
Chris dio positivo en un par de controles antidroga, y tan
sólo dos meses después de entrar en la Universidad, ya estaba en todas las portadas
de periódicos relacionado con la palabra cocaína.
Inmediatamente fue expulsado de la Universidad de Boston. El
baloncesto abandonaba la vida de Chris Herren, pero por poco tiempo. Jerry
Tarkanian, el entrenador de la universidad de Fresno (California), contactó con
Chris para darle una segunda oportunidad. El baloncesto volvió a estar presente
para Chris Herren, también el papel motivador de su mujer Heather fue un punto
importante para que Chris aceptase cambiar de aires y mudarse a la costa Oeste
de EEUU, en la pequeña localidad de Fresno, hasta entonces desconocida para el
jugador.
El destino quiso que el primer partido de Chris con la
camiseta de Fresno State fuese frente a la Universidad de Massachusetts. Chris
volvía a casa para jugar al baloncesto. Sabedor del comportamiento del público,
Chris anotaba una canasta tras otra mientras en la grada se escuchaban gritos
de "yonki" o "cocainómano" para dolor de su familia que
veía el partido desde la grada. El base anotó 30 puntos y lideró a su equipo a
la victoria para levantar a un pabellón que acabó coreando su nombre.
Veinte años después, Jerry Tarkanian entre lágrimas resumía
así la vida de Chris: "Tenía probablemente tanto talento como cualquiera
de los jugadores que hemos tenido, pero el problema es que él no supo cómo
manejarlo".
Chris llevaba ya casi tres años en Fresno liderando al
equipo y convirtiéndose en uno de los mejores jugadores universitarios del
país. Y los pronósticos no podían ser mejores cuando el rector de la
Universidad y el director de deportes se reunieron con él y le notificaron que
tras reunirse con varios ojeadores de la NBA, sería elegido con mucha seguridad
en la primera ronda del Draft.
Lo que muchos desconocían era que Chris se mantenía en las
mismas. Volvió a dar positivo y el sueño de la NBA se esfumaba para el joven de
Fall River. Él mismo contaba: "Tenía que mirar a las cámaras de televisión
y decir a todo el país que era drogadicto".
La familia le envió a un centro de desintoxicación en Salt
Lake City (Utah), y Chris lo resumía así: "Con 21 años estaba sentado ahí escuchando
a un tipo de 35 años y mi actitud era como diciendo: 'mira que perdedor tan
patético, yo nunca estaré con ellos, ¿Por qué estoy perdiendo el tiempo aquí?
'. No escuché ni preste atención. Cumplí mis 28 días y volví a Fresno a seguir
jugando".
Chris Herren volvería a su Universidad para volver a
conquistar el sueño NBA. Y sobre la pista las drogas quedaban atrás. A cada
ciudad que viajaban era uno de los
objetivos de cualquier aficionado rival, su entrenador afirmaba que "cuanto más se metían con él, mejor
jugaba".
Parecía que Chris levantaba cabeza. Ese mismo año se casó
con su novia de toda la vida, Heather, y tuvo un hijo. Las buenas noticias
seguirían cuando fue elegido en el puesto 33 del Draft de 1999 por Denver
Nuggets. Para Chris era un triunfo: "El puesto 33 es como el puesto nº 1,
me siento igual de bien".
El chico de Boston volvía a mudarse al Oeste. Esta vez
Denver sería su hogar y contaba así su andadura en la mejor liga de baloncesto:
"Al entrar en ese vestuario, Nick Van Exel me cogió de la camiseta y
Antonio Mcdyess me cogió del brazo y me dijeron: Conocemos tu historia. Sabemos
que tienes problemas, así que tienes que cumplir ciertas normas. Nada de beber,
nada de fumar. Cuando salgamos a jugar fuera tendrás que informarnos y vamos a
vigilar cada movimiento que hagas"; Chris Herren aseguró " Ese año
fue, probablemente, el más sano de toda mi vida".
Durante esa temporada, Herren promedió alrededor de 3 puntos
y 3 asistencias por partido, pero la sensación del novato era buena de cara a
su prometedora carrera NBA.
Sin embargo, algo cambió en la vida de Chris y es que ese
verano del 99 fue traspasado a Boston Celtics. El hijo pródigo regresaba a
casa, pero su hermano Mike lo contaba así: " Fue un desastre. Darle a un
chaval con problemas de drogas un acceso ilimitado a ellas. Fue como firmar su
sentencia de muerte. Putos Celtics".
Así, Chris Herren volvía su ciudad natal, Fall River, y ese
acceso ilimitado de drogas se hizo latente desde el principio: "En verano
volví a casa con mi mujer y ms hijos. Entonces me encontré con un viejo amigo
que me recomendó un calmante (oxicodina). Inmediatamente me enganché".
El ya entonces jugador de Boston Celtics, contaba con este
recuerdo su presentación con una de las más históricas franquicias de la NBA:
"Desde niño soñaba jugar con los Celtics. Y ahí estaba sujetando la camiseta
de los Celtics y sólo pensaba en contactar con el camello porque tenía el mono.
Apenas recuerdo lo que pasó durante esa rueda de prensa".
La mentira era cada vez mayor: " Le decía a Heather que
me iba a quedar después del entrenamiento para practicar algunos tiros y lo que
hacía era ir a Fall River para pillarle algo a algún camello y volver
rápidamente para hacer como si acabase de salir del entrenamiento".
Pero el baloncesto
seguía para Chris, y su rendimiento no bajó. Así lo contaba su amigo Bill
Reynolds: "Era capaz de jugar bien un partido de la NBA siendo un
auténtico yonki. Era increíble".
Sin duda, la época en los Celtics fue un auténtico infierno
para Chris Herren, que tras sufrir una lesión en la rodilla decidió cambiar de
aires e irse a jugar a Europa.
Bolonia (Italia) fue el primer destino que eligió Chris para
empezar de nuevo, pero lo que podría parecer una salvación se convirtió en una
pesadilla, y es que allí conoció a su
primer camello de heroína.
Chris siguió escapando de la droga jugando en Pekín,
Shangai, Estambul, Varsovia y Teherán; pero más lejos de eso, reconocía que de
los 22.000$ que ganaba al mes se gastaba 12.000$ en heroína al mes.
Fue entonces cuando Chris sufrió el primer susto: una sobredosis.
Más allá de cambiarle la cara, Chris continuó con su vida como en los últimos
meses: "Me gasté cada centavo que había ganado jugando al baloncesto en
droga, cada centavo que había ganado mi mujer trabajando en droga. Le robaba a
mis hijos sus juguetes..todo lo que tuviera algo de valor y que pudiera
empeñar".
Dejó el baloncesto profesional tras ser encarcelado varias
veces por posesión de drogas y volvió a Fresno, ciudad en la que vivió sus
gloriosos años universitarios. El segundo susto está vez si haría efecto en
Chris: una sobredosis en 2008 que relataba así: "El policía que me puso
las esposas me dijo: Chaval, has estado 30 segundos muerto".
Chis Herren vio su vida pasar durante unos instantes, los
cuales le sirvieron para replantearse su futuro. Con la ayuda de su familia
entró en una clínica de desintoxicación: " Me pasé desde las 5:30 de la
mañana hasta las 10 de la noche lavando platos durante 20 días sin poder
moverme del sitio. Tuve tiempo para pensar, para encontrarme a mí mismo".
Chris superó con éxito la rehabilitación y ahora parece
estar recuperado. Actualmente se dedica a enseñar baloncesto a niños pequeños
en Porsmouth, "Encuentro cierta paz en lo que hago ahora" declara
Chris Herren sobre su nueva labor.
También se mueve por institutos, cárceles o centros de
rehabilitación contando su experiencia a personas que han estado o pueden estar
en la misma situación que él. Sin duda, un maravilloso gesto para compartir el
esfuerzo y sudor que Chris empeñó en salir adelante cuando la muerte era lo más
probable.
Esta es una historia
de tantas, de superación y lucha, de tomar el baloncesto como refugio y
auténtico salvavidas. Este artículo está dedicado a todas esas personas que
encuentran en el baloncesto un modo de vida y que se apoyan en él para superar
las circunstancias.
La información de este
artículo está recopilada del libro y documental 'Chris Herren: Un yonqui en el
basket' (título original: Unguarded) el cual os recomiendo encarecidamente que
lo veáis y os dejo el enlace: http://www.youtube.com/watch?v=UXhgWJOxD6E&feature=player_embedded
Eduardo Salán
9 Enero 2013
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