En la historia de la NBA encontramos pocos jugadores que
provengan del continente africano, pero muchos de esos pocos han destacado
durante años y otros empiezan a destacar aportando a la liga la dureza y
espíritu africano.
En África, continente marcado por la pobreza; el baloncesto, y el deporte en general, constituyen
un medio de salida hacia el panorama internacional para escapar de situaciones,
muchas veces extremas, como el hambre, las guerras o las enfermedades. Estos
problemas han hecho que muchos de esos jugadores buscasen en Europa un sitio
donde relanzar su salto a la NBA, de ahí que jóvenes estrellas nacidas en el
continente africano disputen encuentros con selecciones europeas.
La NBA es sabedora del mercado potencial en África y
desarrolla numerosos programas de ayuda a través de 'NBA Cares' en el que todos
los veranos, jugadores profesionales visitan estos países, ya sea para ayudar
en la construcción de escuelas o en el reparto de alimentos. Un buen gesto que
poco a poco va recogiendo sus frutos.
Muchos son los talentos que quedan por descubrir, y estos
son algunos de los referentes para los próximos jugadores que traerán con
orgullo su tradición y cultura a la NBA:
No podíamos empezar con otro que no fuese el gran Hakeem Olajuwon. El pívot nigeriano es,
sin duda, el icono africano de la liga. El que fuese apodado como 'The Dream'
llegó con el número 1 del Draft a los Houston Rockets en 1984 y convirtió al
equipo tejano en una potencia de la Liga.
Fue finalista en 1986 contra los Celtics y finalmente
ganaría dos títulos de forma consecutiva en 1994 y 1995 frente a New York
Knicks y Orlando Magic respectivamente.
También el reconocimiento individual ha sido exitoso para el
pívot que fue 12 veces All Star, MVP de 1994 y de las dos finales, y en 2008
fue introducido al Salón de la Fama del Baloncesto. Todos recordaremos sus
grandísimos movimientos en el poste que hacían la delicia de los que durante 17
años le disfrutaron en Houston. Se retiró en 2002 tras jugar una última
temporada con Toronto Raptors, y ahora es uno de los entrenadores más
reclamados para enseñar sus movimientos en la zona.
Mientras que disfrutábamos con Olajuwon, otro africano iba a
ser recordado por todos: el sudanés Manute
Bol, tristemente fallecido hace dos años, fue otro auténtico pionero del baloncesto
africano.
El pívot de 2'29 m inició su trayectoria NBA en Washington
Bullets en 1985 y pasaría por tres equipos más (Golden State Warriors,
Philadelphia 76ers y Miami Heat) durante los diez años que estuvo en la liga.
El delgadísimo jugador era el terror de la zona gracias a sus largos brazos que
le permitían colocar un gran número de tapones. También, incluso anotaba
triples que sorprendían a todos los aficionados. Nunca tuvo la suerte de luchar
por un campeonato, pero su legado en la liga ha sido del todo notable para el
pívot cuyo enemigo más temible fue una grave enfermedad renal que acabó con su vida en 2010.
Continuamos con pívots africanos para detenernos en Dikembe Mutombo. El jugador del Congo
entró en la Liga en la posición nº 4 del Draft de 1991 por Denver Nuggets donde
disputaría sus cinco primeras temporadas con magníficas actuaciones. Las cinco
siguientes sería en Atlanta donde sus rivales verían su mítico gesto del dedo
índice moviéndose de lado a lado tras colocarles un tapón.
Mutombo estuvo cerca de conseguir el ansiado anillo en 2001
con Philadelphia 76ers y en 2003 con New Jersey Nets, pero Los Angeles Lakers y
San Antonio Spurs respectivamente le privarían del éxito colectivo.
Tras jugar una temporada en New York Knicks se retiró en
2009 después de estar cinco años en Houston Rockets. El congoleño fue cuatro
veces Mejor Defensor de la Temporada (1995, 1997, 1998 y 2001) y 8 veces All
Star. Su voz cascada ya era un símbolo de intimidación para uno de los mejores
defensores que han pasado por la liga norteamericana.
Estos tres históricos pívots han sido la inspiración y
motivación para otros muchos jugadores que han traído su talento desde África a
la NBA. Este es el caso de otro pívot cuyo nombre ya está asentado en la Liga: Serge Ibaka.
El joven pívot
congoleño, nacionalizado español, empezó a mostrar su talento y fuerza en
Oklahoma City Thunder en 2009, justo un año después de que fuese elegido en el
puesto 24 del Draft de 2008 procedente de L'Hospitalet. El esfuerzo incansable
del pívot le ha convertido en el mejor taponador de la Liga, y su mejoría tanto
ofensiva como defensiva es cada vez mayor.
La pasada temporada fue incluido en el Mejor Quinteto
Defensivo de la liga merced a ser el Máximo Taponador de esa temporada. Ese
mismo año, su equipo perdió en las Finales de la NBA frente a Miami Heat, pero
se espera que en los próximos años el equipo de Oklahoma se alce con el título.
Otro jugador en activo de importancia es el alero sudanés,
nacionalizado inglés, Luol Deng. El
jugador de Chicago Bulls es todo un fijo en la Liga desde que en 2004 comenzase
a jugar con los de la Ciudad del Viento tras ser seleccionado en la posición 7
del Draft por Phoenix Suns procedente de la universidad de Duke.
Es uno de los referentes del equipo de Chicago, y buena
muestra de ellos fue su inclusión como All Star la temporada pasada.
Otros jugadores que en la actualidad juegan en la mejor liga
de baloncesto del mundo son Kelenna
Azubuike (Nigeria), Luc Mbah a Mouté
(Camerún), DeSagana Diop (Senegal) o
Hasheem Thabeet (Tanzania).
El sueño africano es
un modelo de vida, toda una inspiración para salir adelante de los millones de
niños que con un balón bajo el brazo se imaginan llegar a los más alto del
baloncesto mundial, y, sin duda, ejemplos tienen.
Eduardo Salán
22 Diciembre 2012
Muy buen artículo, te hace reflexionar sobre los grandes talentos aún no descubiertos que hay en África.
ResponderEliminar"Si quieres, puedes"