Sin duda, el gran protagonista de
la Semana ha sido el All Star Weekend. El evento por antonomasia del espectáculo en
la NBA vuelve a suscitar polémicas por el bajo nivel de muchos de sus
concursos. A continuación resumiremos brevemente todo lo acontecido en estos
tres días en la ciudad de New Orleans.
-Día 1:
En el artículo que NBAlMaximo
publicaba para presentar el evento del Rising
Star Challenge, el partido entre los mejores novatos y jugadores de segundo
año, lo definía como a la postre un partido descafeinado, pero este año la
igualdad en el marcador durante los 40 minutos de encuentro hizo que viésemos
algo más de nivel que en años anteriores. Piques como el protagonizado por Dion
Waiters y Tim Hardaway Jr. animaron el primer día de fiesta en New Orleans. El
equipo de Grant Hill se llevó la victoria
por 142 a 136, y el MVP fue para Andre
Drummond, el pívot de Detroit se fue hasta los 30 puntos y 25 rebotes en
los 28 minutos que estuvo en pista.
De forma general, se puede decir
que esta edición del Rising Star Challenge fue mejor de lo esperado.
-Día 2:
Una de las grandes noches del fin
de semana acabaría convirtiéndose en una de las peores de los últimos años.
La noche del Sábado arrancaba con
el Shooting Stars, en el que el
equipo formado por Dominique Wilkins,
Chris Bosh y Swin Cash repitió galardón. Además, vimos al ala-pívot de Miami
anotar dos canastas desde medio campo que fueron clave para el título y
llenaron de celebración las gradas del Smoothie King Center.
Después, el Skills Challenge era el primer concurso que estrenaba nuevas
normas. En esta ocasión, los jugadores competían por parejas y el recorrido de
obstáculos se había recortado haciendo de éste algo más sencillo. Todas las
miradas estaban puestas en Damian Lillard,
y es que el base participaba en su primer concurso de los tres de esa noche y
tuvo premio. Junto a Trey Burke
formó la pareja más rápida y se llevaron el trofeo. Los dos bases pararon el crono
en 45,2 sg convirtiéndose en la primera pareja en ganar este concurso.
Llegaba el turno del Three Point Contest (Concurso de
Triples), donde el nuevo carro de cinco balones tricolores supuso una mayor
oportunidad para que los tiradores se fueran a anotaciones altas, aunque
lamentablemente la motivación de muchos jugadores no relucía en sus
actuaciones. Un concurso decepcionante con grandes tiradores como Stephen Curry
o Kevin Love firmando pésimas actuaciones o un Joe Johnson que en ningún
momento se lo tomó en serio. Entre tanta pasividad, dos nombres fueron los que
brillaron más allá del arco: Marco
Belinelli y Bradley Beal. El escolta italiano de los Spurs acabó llevándose
el título tras una final muy disputada que se resolvió en un desempate después
de que Beal anotase el último carro entero para forzar una nueva ronda.
Y para cerrar el Sábado, el Slam Dunk Contest (Concurso de Mates) y
su nuevo formato levantarían la mayor crítica negativa de la noche. Tras una primera
ronda de calentamiento en la que se vieron buenos mates, los duelos fueron la
auténtica decepción. Los integrantes del Este barrieron por 3 a 0 a un Oeste
incapaz de plantar cara. Al final, un mate de John Wall volando por encima de la mascota de los Washington
Wizards fue lo más aplaudido por los fans y sirvió para que el base se llevase
el trofeo de campeón.
Un sábado decepcionante en el que
mucha gente se fue desilusionada por un concurso que no llegó al aprobado y que
parece no evolucionar. Incluso cuentan algunos de los que estuvieron en la
cancha de New Orleans que muchos periodistas se quedaron dormidos ante el poco
espectáculo que se ofrecía en la cancha. Ahora la responsabilidad llega a los
despachos, y aunque el comisionado Adam Silver defiende que este formato nuevo
necesita tiempo para su mejora, es innegable que la liga tiene que poner tierra
de por medio para subir el nivel de un concurso del todo preocupante en sus
últimas ediciones.
-Día 3:
Y el fin de fiesta llegó el
domingo cuando los mejores jugadores de cada Conferencia se daban cita en un
partido que se presuponía el salvador del fin de semana. Espectáculo no faltó,
y sobre todo tuvimos destellos de competitividad que dieron mayor interés al
encuentro. En su 63º edición, el partido de las estrellas será recordado como
el partido de los récords históricos. Hasta 13 estadísticas se rompieron, por
ejemplo, las más destacables fueron las de máxima anotación conjunta (318),
mayor número de triples en un partido (30) y de un jugador (Carmelo Anthony con
8) o mayor número de asistencias totales (88). Curioso es también que no se
pusiera ningún tapón en todo el encuentro, algo que no había sucedido antes en
un All Star.
Con tanto récord histórico, el Este se llevó la victoria por 163 a 155
en un partido marcado por la remontada final, y es que el Oeste tuvo una máxima
de 18 puntos mediado el 3er cuarto. El MVP fue para Kyrie Irving, el base gracias a sus 31 puntos y 14 asistencias estrena su primer galardón, mientras que en
el lado perdedor lo más destacados fueron Blake Griffin y Kevin Durant con 38
puntos, este último se va hasta los cuatro partidos consecutivos de All Star
sumando más de 30 puntos.
Es innegable afirmar que el All
Star Game supuso ver en marcha un cambio generacional, y es que jóvenes
estrellas como Irving, Wall o Lillard llaman a la puerta del estrellato con
fuerza, mientras que Kevin Durant desplaza a Kobe Bryant de los focos en su
duelo particular con LeBron James.
En líneas generales, como aspecto
negativo lo más comentado es sin duda el concurso de mates. Por otra parte, mientras
que el partido de Rookies mejora su versión, en el de las estrellas son muchas
las voces que exigen una mayor competitividad. Algunos no entienden que cuando
estos jugadores se lo toman en serio es cuando verdaderamente el espectador
tiene la oportunidad de ver puro espectáculo. Algunas propuestas como
establecer que la Conferencia ganadora sea la que tenga ventaja de campo en las
Finales de la NBA abogan por esa mayor competitividad.
Eventos paralelos o menos
conocidos como el Concurso de Mates de la D-League no decepcionaron. Sin duda,
este último superó con creces al de la NBA. En el Celebrity Game pudimos ver al
Secretario de Educación de los Estados Unidos, Arne Duncan, batiendo el récord
de anotación de este tipo de partidos con 20 puntos, y aunque Kevin Hart
repetía como MVP elegido por los fans, en un gesto altruista el pequeño
humorista cedió su premio a Duncan. Por otra parte, el show del descanso, en el
que artistas como Earth, Wind & Fire, Gary Clrk Jr., Dr.John o Janelle
Monae se juntaron al ritmo más clásico de la ciudad del Mississippi, fue bastante
bueno y las personas que pudieron vivirlo en directo aplauden el buen sonido
del concierto en el pabellón.
El Jazz de New Orleans cierra sus
puertas y ya sólo queda esperar un año para que todos los focos de un All Star
Weekend se desplacen a la ciudad de New York, concretamente al barrio de
Brooklyn donde el joven pabellón de los Nets, será testigo directo de la mayor
fiesta del baloncesto a nivel mundial.
Edu Salán 18 Febrero 2014
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